¿Por qué dos arcos tradicionales, ambos de 40 libras, pueden parecerse como un higo a una castaña?
Esta comparación, convendréis conmigo que me ha quedado perfecta,,, en dos palabras. ¿O no?
CLINIC DE AJUSTE EN CLUB DE VILLAVICIOSA
Pues veamos las cienes y cienes de razones, por las que nuestro arco tradicional de digamos 40 libras, no se parece en nada al arco de nuestro ya famoso cuñaaooo ¡¡¡, también de 40 libras.
Los fabricantes de arcos en serie, nominan a sus arcos en intervalos de 5 libras. Es decir 25 libras, 30 libras, 35 libras, 40 libras, etc. Esto implica que cuando un arco, por ejemplo se construye y lo pesan en, digamos 37,5 libras, pues podrían ponerle en el montón de los arcos de 35 libras o bien en el de 40 libras. A su vez, el siguiente arco que al pesarlo en fábrica les ofrece una potencia en el taller de 42,5 libras, pues podrían también ponerle en la caja de arcos de 40 libras. Es decir que un arco de 42,5 libras y otro de 37,5 libras, ambos dos tendrían un numeral en la etiqueta de 40 libras. Y entre ambos habría una diferencia de 5 libras reales.
Muchas veces, en fábrica la construcción automática de un arco para una determinada potencia final, se gestiona en función del número de láminas interiores que llevan las palas, o del grueso de estas. La experiencia les dice, que cuando pegan dos láminas el resultado es aproximadamente de 30 libras. Y si pegan tres láminas de madera el resultado final es una palas de 35 libras, y así sucesivamente.
Y lo mismo con el grueso de estas láminas. A mayor grosor de las láminas interiores de las palas, mayor potencia. Este sistema, muchas veces exime a los fabricantes de un último y final pesado del resultado final del arco. Es un efecto colateral de la automatización excesiva. La fabrica, da por sentado que con ese número o grosor de laminas en las palas, el resultado estadístico es de una u otra potencia. Pues créanme que ,,,no es nada ajustado, y aquí las diferencia de potencia entre dos arcos de la misma marca y el mismo numeral anotado en las palas es muy, pero que muy distinto.
El caso más frecuente es el de dos arcos tradicionales en los que en uno la pala flexiona por una única zona, y el otro genera en su apertura, una torsión progresiva y desenrolla con gran progresividad la curva de apertura del arco. En el primero, el que flexiona en una única zona de la pala, la flexión de las palas es sumamente rígida y puntual. Todo el ejercicio de fuerza se concentra en un único lugar, y con cada mínimo incremente en la apertura, ese punto de flexión ejerce más y más resistencia y la progresividad es menor. Tenemos la sensación de que nos aparece un muro muy fuerte de resistencia al abrir el arco. Desgraciadamente, al realizar el disparo, la transmisión de energía genera idéntico efecto pero de forma contraria. Es decir se produce una muy brusca respuesta de la pala, y apenas hay aceleración progresiva a lo largo del viaje de la flecha. El empuje de las palas es brusco y momentáneo. El empuje no acompaña al viaje, y se concentra en un corto momento del tránsito de la flecha.
Los arcos de más calidad ( que no son necesariamente los más caros ), en la apertura del arquero generan una progresividad en la apertura, e idénticamente en la suelta. Al abrir el arco, hay una inicial flexión en el centro de la pala,(como ocurría en el caso anterior). Pero si seguimos abriendo el arco, la geometría del diseño de la pala, aplica el esfuerzo en otra zona diferente de la pala, que empieza a flexionar también. Finalmente, en los últimos tramos de la apertura del arquero, la zona recurvada más próxima a los tips, es la que se desenrolla finalmente hasta llegar al anclaje. En este caso, hay tres momentos de flexión de pala, en tres momentos diferentes. La sensación de apertura es muy diferente al primer caso y se nota muy claramente la progresividad de apertura. Vamos incrementando la apertura, y poco a poco se flexionan partes diferentes de las palas. Da la sensación de que la pala se desenrolla en lugar de flexionar.
El resultado es una apertura más suave y progresiva. A veces los arqueros revisar el numeral de las palas pensando que dan menos potencia de la que realmente dan, precisamente por ese efecto. En el momento de la suelta de la flecha, se genera un efecto inverso. Inicialmente se enrosca la parte final de las palas próxima a los tips, unas pulgadas de apertura más adelante recuperan la flexión de otra parte de la pala, y finalmente del resto de zonas que se flexionaron a iniciar la apertura.
El efecto final es que, la flecha se siente empujada con una aceleración progresiva que se aplica a lo largo del viaje de esta, mientras se mantiene anclada a la cuerda. Se aplica la fuerza durante más distancia, es decir, en términos de física hay mayor aceleración.
Imaginemos que jugando en la bolera lanzamos la bola aplicándole un golpe muy fuerte, contundente y brusco a la bola. Raro ¿no?
La manera de trasladar mayor aceleración y control es acompañar en nuestro empuje a la bola de bolos durante más tiempo hasta finalmente soltarla. Salvando las distancias, esto es algo parecido.
Dependiendo de cómo flexionen las palas, un arco de 40 libras será muy diferente de otro con idénticas 40 libras.
Este efecto de suavidad y progresividad, se ve reflejado en las curvas de apertura de los arcos. Mediante modelos matemáticos, podemos además visualizar las curvas de las derivadas de estas curvas de apertura ( DFC),,, pero este será contenido de otro mensaje. 
Dependiendo del material de las láminas que incorporen las palas de dos arcos casi idénticos de las idénticas 40 libras, parecerán muy distintos. Por ejemplo, el uso de carbono revolucionó hace un par de décadas, la fabricación y rendimiento de los arcos tradicionales. Inicialmente se incorporaron laminas de bambú (casi siempre laminado, para estabilizarlo), para aportar mayor flexibilidad y progresividad en la apertura y disparo. El incremento de la velocidad final, siempre fue discutible, pero convengamos que efectivamente se progresó. Rápidamente se incluyeron laminaciones de carbono en lugar de las de bambú, y efectivamente se ganaban algunos pies por segundo de velocidad final.
Y por último, se pensó que si en lugar de una lamina de carbono se colocaban dos o incluso tres, el efecto multiplicador se produciría. Pues bien el efecto de tanto carbono, genera una respuesta brusca y muy nerviosa en las palas, y una enorme pérdida de control y estabilidad en el tiro.
Últimamente se han incorporado laminas de foam, o de otro tipo de carbonos entrecruzados, para conferir a las palas una mayor estabilidad lateral en la suelta, que en muchos casos se había perdido con el abuso del carbono.
Ni que decir tiene que un mismo tipo de lámina de carbono colocada en la parte frontal o en la parte trasera de la pala, ejerce muy distintos efectos en la progresividad y estabilidad del tiro. A veces no es tanto cuantas láminas lleve el arco, si no en donde están localizadas.
Por último una de las más recientes tendencias, es la de montar en las palas de los arcos tradicionales fibra de vidrio en laminación entrecruzada, normalmente a 45 grados. El aspecto exterior es similar al del laminado 3K de carbono, pero casi translúcido. Este tipo de laminaciones, aplican un enorme incremento en el rendimiento y velocidad del arco, y simultáneamente un altísimo grado de estabilidad lateral y suavidad en la apertura y suelta. En pocas semanas, en ARCODOS, ofreceremos un modelo de recurvado y otro longbow que incluirán estas laminaciones. Las hemos desarrollado bajo la marca puntasdecaza. Es tan inminente, que aun no hemos encontrado un nombre para estos dos arcos, que estarán disponibles en pocas semanas. ¿Alguna sugerencia?
Especialmente en los arcos con diseño I.L.F., dos juegos de palas digamos de 40 libras, mostrarán una sensación muy diferentes unas de otras. El ángulo de salida de las palas en la base de los cuerpos I.L.F., puede ser sensiblemente diferente de una marca a otra, incluso en tamaños de cuerpo (riser) similar. Con cada angulación en los cuerpos, las palas tendrán de partida, una pre-carga de energía muy diferentes unas de otras. Es decir que en un caso ya vendrán con una tensión mayor y diferente a la tensión o pre-carga de las otras palas con cuerpo diferente. De este concepto de pre-carga, hablaremos otro día.
La sensación en un caso o en otro es la de tener palas de muy diferente factura.
En resumen, dos arcos idénticos en factura y de idéntica potencia nominal, pueden ser radicalmente diferentes.
Sustancialmente las causas son la arquitectura del diseño y los materiales que incorpora en el laminado de las palas.
! Qué cosas tiene el TioJander ¡
Si tenéis algún tipo de consulta técnica, no dudéis en enviarme un mensaje.
Algún Club me ha pedido ofrecer de nuevo un clinic de ajuste de arcos tradicionales (no se trata de un curso de tiro, es de ajuste). Aunque ya he realizado algunos en diferentes clubes de territorio patrio, con magnífico resultado, si os resulta interesante no dudéis en consultarme.
Alejandro Martín
TioJander